Año de nieves, año de bienes

febrero 12, 2018

Eso dice el refranero español. De bienes no sé, pero de frío, bastante. El frío tiene su aspecto beneficioso: turismo de montaña, deportes de invierno y venta de prendas de abrigo. El comercio lo es todo, o casi; el comercio hace que las carreteras estén pobladas de camiones.

Camiones con su camionero dentro. Ese señor que atraviesa continentes, sacrificando horas de sueño y de familia, para que cuando lleguemos a una tienda, esté el producto que deseamos o necesitamos. Pero también hay que presentarlo, darle un envoltorio, vestir su desnudez: informar donde se ha producido, que contiene, o competir entre otros productos por ser el más buscado o el más prestigioso.

El color, la tipografía, la composición… todos estos factores juegan un papel decisivo en el envoltorio o en el embalaje de un artículo. El diseño gráfico y la imprenta se encargan de que esta cuestión llegue a buen término.

Ese es nuestro axioma. Producir impresos de agradable y eficaz acabado. En un mundo en el que la imprenta se ha multiplicado tan extensamente, y en el los medios digitales son básicamente el soporte cotidiano de la información visual, elaborar los productos que aún necesitan el soporte del papel o del envoltorio, es un exigente desafío para el cual estamos todos los días dispuestos a afrontar; día tras día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año…

Papel, papel, papel; kilos de tinta, engranajes que giran; computadores generando documentos con la intervención del anónimo preimpresor, adaptándose continuamente y sin descanso al cuántico mundo de la informática; rodillos que giran, papel, acero y aluminio en armonía; a veces, para acabar en un buzón de comunidad, a veces, en un bello cómic para deleite y entretenimiento de los aficionados….

Bonito arte el de la imprenta. Oficio curioso. En el se aúna la rudeza de la siderurgia y la sofisticación de un laboratorio. ¡Me gusta!

nieve

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